Investigación plantea que a las mujeres sobre 65 años les conviene más un aumento de la PGU que el fondo solidario

Un estudio realizado por la Universidad San Sebastián y la Fundación Ciudadanos en Acción analizó cuánto aumentarían las pensiones que reciben las mujeres mayores de 65 años, si se concretara el fondo solidario que propone la reforma de pensiones y que considera (originalmente) el 6% de cotización individual.

De acuerdo con la investigación, denominada “Mujeres de 65 años y fondo solidario de la reforma de pensiones”, el 62,5% de las mujeres no recibiría ningún pago, por no haber cotizado o haberlo hecho por un tiempo menor a los 12 meses; solo el 22% percibiría un aumento mensual de la pensión de $44.000 o más; y apenas el 3,9% de un total de 1.450.000 cotizantes mujeres, percibirían el tope de 3UF mensuales.

“En promedio, el fondo solidario otorgaría, por concepto de garantía definida, un promedio de $19.072 mensuales por mujer mayor de 65 años y una mediana de cero porque la mitad de ellas no recibiría nada”, plantea el texto. La garantía definida, explica el estudio, corresponde a 0,1UF por año cotizado con un tope de 3 UF.

En el caso del beneficio de compensación por género, que también contempla el fondo solidario, el 50% no recibiría ningún aporte y para el 92,5%, sería inferior a $5.000.

“Es posible concluir que sería mejor concentrar los esfuerzos en un aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU, beneficio que asciende a un máximo de $206.173), eventualmente diferenciado, lo cual tendría un efecto mucho más masivo y efectivo para reducir la desigualdad en las pensiones de mujeres y hombres”, concluye el análisis.

Según Bernardo Fontaine, profesor de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, “el problema es que la mitad de las pensionadas no cotizó o lo hizo por pocos años”.

“El gobierno ya se abrió a la posibilidad de que de ese 6%, que proponía la reforma de pensiones, el 4% se destine a un fondo solidario y el 2% a las cuentas individuales”, recuerda el diputado Héctor Ulloa (independiente) que integra la comisión de Trabajo de Seguridad Social de la Cámara.

“Para incrementar la PGU es necesario tener ingresos en forma permanente, lo que se logra a través de una reforma tributaria”, considera Ulloa.

El legislador comparte la importancia de aumentar la PGU, detallando que la reforma de pensiones pretende fortalecerla desde los $206.173 a $250.000, sin embargo, a su juicio, si solo se mejora ese beneficio, se incentivaría la informalidad laboral.

“Hay que avanzar en una reforma de pensiones integral, incentivando el ahorro previsional y avanzando en una PGU universal de verdad, hoy está en el 90% y hay que llegar al 100%. Ambos caminos son necesarios”, añade.

Fontaine, por su parte, señala que “el problema es que la mitad de las pensionadas no cotizó o lo hizo por pocos años”.

“El gobierno ha dicho que esta es una reforma centrada en subir las pensiones actuales, especialmente, a las jubiladas, a las mujeres. El objeto del estudio es estimar cuánto sería el aumento de la pensión, para las jubiladas actuales, producto de la creación del fondo solidario con la cotización del 6%, en vez de que se destine a cuentas individuales”, explica.

De acuerdo a la investigación, ¿cuáles serían las proyecciones de aumento de pensión por año de cotización en las mujeres?

“El primer beneficio que propone el gobierno es pagarle un monto adicional de pensión de $3.600 por año cotizado, a las ya pensionadas. Las proyecciones que hicimos es que el 62,5% de las mujeres mayores de 65 años no recibirían nada, producto de que no cotizaron. El 9% recibiría muy poco, es decir, menos de $10.000 y para el 28,5% restante, aproximadamente, le llegaría un monto más relevante, por ejemplo, desde $26.000 hasta $100.000 por año cotizado. El beneficio por año es muy chico y el número de años cotizados es muy poco o cero”.

Fuente: Las Últimas Noticias