Cuenta Pública ¿Te han pagado tus cotizaciones? Nueva APP Mis Beneficios AFP
 
  • #Columna de Opinión
  • #Noticias

Abril 20, 2025

La transición a Fondos Generacionales: decisiones técnicas que impactan directamente tu pensión

Paulina Yazigi Salamanca
Presidenta de la Asociación de AFP

Abril 2025

Cuando hablamos de reformas, muchas veces el foco se queda en los cambios legales y normativos, en la política o en los actores del sistema. Pero lo cierto es que detrás de cada decisión técnica hay un impacto real en la vida de millones de personas. Eso es exactamente lo que está en juego hoy con la implementación de los Fondos Generacionales (FG), una de las transformaciones más relevantes para el futuro de las pensiones en Chile.

Aunque estos nuevos fondos comenzarán a operar recién en 2027, el diseño del nuevo régimen de inversiones y transición se están definiendo desde ahora. Y el cómo se haga no da lo mismo. Puede marcar una diferencia gigantesca en la pensión final que recibirá una persona. ¿Por qué? Porque una mejor asignación de inversiones, con más rentabilidad y riesgos controlados, se debiera traducir en una mayor pensión. De hecho, hay un dato que muchos olvidan o desconocen: una diferencia de 1% anual en la rentabilidad del fondo de pensiones, puede significar hasta 20% o 25% más de pensión autofinanciada. Por eso, cada decisión que se tome hoy en la definición de los FG debe tener como norte el bienestar del pensionado.

Desde la Asociación de AFP hemos conformado distintas mesas de trabajo para participar en el proceso de la implementación de la reforma de pensiones, y una de ellas se enfoca en apoyar al regulador y autoridades en la conformación y transición desde los 5 Multifondos a los FG, los que, según la nueva ley, serían al menos 10.

La idea es que esta mesa de trabajo técnica busque que la implementación de los FG sea una oportunidad para mejorar el perfil de inversiones que prevalece a hoy, y con esto poder potenciar los ahorros de los chilenos. Que los nuevos portafolios de inversión sean más diversificados y óptimos en términos de riesgo y retorno, que puedan ejecutarse de forma realista, que se permita una holgura suficiente para garantizar la competencia en retornos y sin altos costos de transacción, entre otros aspectos. En otras palabras: que este cambio no sea solo una modificación administrativa, sino una mejora efectiva para quienes cotizan cada mes.

Estos portafolios de inversión tendrán una “columna vertebral” que son las carteras de referencia o “benchmarks”. La experiencia internacional entrega aprendizajes útiles. En México, por ejemplo, cada AFORE (AFP de ese país) diseña su propia cartera de referencia, bajo ciertos criterios, fomentando la competencia. En Chile, la ley ha optado por carteras de referencia únicas (una por cada FG), definidas por las autoridades. Esto hace aún más importante que los diseños sean financieramente óptimos, transparentes, y que permitan flexibilidad en la selección clases de activos y de instrumentos, sobre todo en los menos líquidos como las inversiones alternativas o la renta fija corporativa.

Algo muy importante también es que el proceso de migración desde los actuales multifondos a los nuevos FG se haga de forma ordenada, paulatina y bien planificada, para evitar efectos negativos sobre los mercados (tipo de cambio, tasas de interés, acciones, etc.), la rentabilidad de los fondos y, en consecuencia, las pensiones. Porque no solo se migrará desde los Multifondos a nuevos FG, sino que también en Chile debemos reordenar. ¿Qué significa esto? Hoy más del 70% y 30% de las personas que están en el fondo A y B respectivamente, no se encuentran en el tipo de fondo que es recomendado de acuerdo a su rango de edad y horizonte de inversión. Esta situación también ocurre con muchas personas en el fondo E (aproximadamente el 70%). Corregir esta desalineación también es una oportunidad para mejorar la rentabilidad y, por ende, las futuras pensiones.

No debemos olvidar eso sí, que es clave que todo este proceso sea acompañado por una comunicación clara y oportuna hacia los afiliados. Cuando se implementaron los multifondos, hubo un trabajo conjunto entre el regulador y las AFP para explicar los cambios, y seguimos disponibles para colaborar en ello. Este esfuerzo conjunto idealmente debe incluir a distintos actores del sistema previsional, sobre todo porque muchos afiliados tienen dudas legítimas sobre qué pasará con su ahorro, su cuenta individual, o el impacto que tendrá este nuevo esquema en sus proyecciones de jubilación. Hoy existe mucho desconocimiento, por ejemplo, sobre que no será posible elegir el FG en el que se invertirán los ahorros del trabajador, sino que, tal como lo dice su nombre, será asignado por generación.

La transición a FG es un desafío técnico, pero también humano. No se trata solo de mover inversiones de un lado a otro, sino de cuidar lo más valioso: el futuro de millones de trabajadores. Y por eso, lo técnico debe estar al servicio del propósito: lograr mejores pensiones. Desde nuestro rol, seguiremos apoyando el proceso.

Ex-Ante