Febrero 24, 2025

Editorial de El Mercurio: El pilar voluntario, donde aprieta el zapato

La reforma aprobada en enero evidencia una preocupante omisión en el fomento del Ahorro Previsional Voluntario, desatando inquietudes sobre su sostenibilidad a largo plazo.

La reforma de pensiones, aprobada rápidamente por el Congreso en enero, ha dejado al descubierto notables fallas en el diseño del sistema. En palabras del medio, “la ausencia de medidas para promover el Ahorro Previsional Voluntario (APV) es una de las que se destacan”, lo que se agrava con cifras alarmantes: “el número de cuentas de APV aumentó solamente un 6,2% en todo el período” (según datos de la CMF, entre marzo de 2022 y septiembre de 2024).

Mientras tanto, en otros países donde el ahorro previsional voluntario forma parte esencial de la política pública, se implementan diversos incentivos para contrarrestar el atractivo de consumir ingresos inmediatos. El artículo subraya que “en gran parte de los países con sistemas de pensiones construidos en base a criterios técnicos adecuados, los esfuerzos para fomentar el ahorro previsional voluntario son parte esencial de la política pública”, señalando así el contraste con la escasa atención que ha recibido esta modalidad en Chile.

El impacto de la reforma se intensifica ante otros cambios estructurales impulsados desde el Ejecutivo. Según el análisis, “el aumento de siete puntos porcentuales de la nueva cotización previsional debería ser financiado por el empleador”, aunque la evidencia apunta a que estos costos se verán trasladados al trabajador o reflejados en ajustes en el mercado laboral. Además, “la transición de los multifondos a los fondos generacionales aplicará tanto a los ahorros obligatorios como a los voluntarios”, situación que, sumada a que “este tema no recibió la atención necesaria por parte de los legisladores”, podría limitar la rentabilidad del APV.

Frente a este panorama, se hace imperativo revisar y fortalecer el pilar voluntario del sistema de pensiones. El editorial concluye que “será necesario monitorear el detalle de la implementación de la reforma” para no solo corregir las deficiencias existentes, sino también para “identificar oportunidades reglamentarias para fomentar el ahorro voluntario para la vejez”. Con la renovación del Congreso en el horizonte y la posibilidad de un mayor crecimiento económico, el desafío radica en replantear políticas que permitan un futuro más seguro para los chilenos en su etapa de jubilación.